martes, 11 de marzo de 2014

Triste e indignante.

Tras conocerse los resultados preliminares del proceso electoral del pasado domingo donde se eligió el congreso de nuestro país, las grandes fuerzas políticas con mucho tinte politiquero (santistas, uribistas, conservadores, liberales, entre otros), salieron a declararse ganadores. La mayoría de caudillos confirmaron su poder politiquero reeligiéndose o mutando en cuerpo ajeno y otro poco, llegaron al pabellón de quemados como jocosamente le llaman a la pérdida de la curul.

Lo triste de todo, es que éste país aún no entiende el verdadero significado de los resultados y lo explico con un simple ejemplo. En este momento, muchos celebran que el partido MIRA haya perdido sus puestos en el senado, se burlan hasta más no poder de su derrota en las urnas; ellos conocen el escándalo mediático del movimiento de "pe a pa" pero lastimosamente, no dimensionan la pérdida de congresistas considerados en varias ocasiones como los mejores, que con una mínima participación en el congreso, es uno de los partidos que más proyectos sacó adelante en lo que va de este periodo legislativo. Lo más indignante, es que ese fanatismo burlesco, sarcástico, no se ocupa de rechazar con la misma fuerza (aunque lo hacen) la perpetuidad de Roberto Gerlein, no castiga a los de la espantosa reforma a la justicia, no repudia la politiquería de Roy Barreras, ni le fastidia en gran manera (o ni se da cuenta), que la Fundación Paz y Reconciliación denunció que fueron elegidos 70 congresistas cuestionados por posibles nexos con paramilitares y otros grupos ilegales. Realmente, es una situación indignante.

Yo no pertenezco al partido MIRA, es más, nunca he votado por ellos, pero no puedo tapar el sol con un dedo para desconocer su labor política y social, no comparto algunos conceptos teológicos, pero eso no permea mi criterio para analizar objetiva y juiciosamente. Estos temas  siempre serán superficiales en un país donde la revista más vendida es TV y Novelas, donde el diario amarillista Q'hubo es el más leído del país y peor aún, se mofa de sus resultados afirmando que los colombianos sí leemos (que irónica y descabellada contextualización), donde las novelas, los "realities", las narcoseries y demás cortinas de humo televisivas, asfixian la programación de los canales privados. La democracia tiene un costo social muy alto para los pueblos ignorantes y sumidos en el asistencialismo porque ninguna de las partes estará interesada en la equidad de oportunidades.

Nota 1: Otro lunar en el caso particular del Valle del Cauca, es que Wilson Árias, un representante de gran compromiso para realizar control político y con más de 24.000 votos, también quedo por fuera.

Nota 2: Creo firmemente, que más del 98% de los colombianos desconocen la información publicada en esta página:
http://www.movimientomira.com/rendicion-de-cuentas/2012-07-13-22-53-57/leyes