El gran periodista es para mi, el mejor humorista del tradicional
programa de Caracol Radio La Luciérnaga. En su larga carrera en este
espacio radial, Hernán Pelaez ha institucionalizado una serie de
expresiones que se han convertido en la chispa de muchas sonrisas de sus
oyentes, las usa especialmente cuando uno de los humoristas entra en
acción y "algo de humor" vibra en los oídos de sus seguidores. "Señor,
señor... señor", "Bueno, haber", "Y entonces", "Dele haber", "Haber
hombre" y otra serie de combinaciones salen al aire para llamar al orden
a los humoristas, "¿No pudo?" y "Hágale pues hombre", las
utiliza cuando la loca risa de Risaloca no le permite articular su voz
para relatar el chiste y "Bueno mire" y "Ya, ya, señor", cuando Don
Jediondo se extiende con sus saludos. Pero sin duda alguna, las frases
que más gracia inspiran en la audiencia las dice cuando los humoristas
culminan su intervención: "Eh Ave María", "¿Ahhhh?", "No", "¿Eso era
todo?" o su simple silencio, expresan el sinsabor que deja en el
director, lo poco o nada chistoso que resulta el cuento.
No es una tarea fácil, solo el respeto que inspira una
persona como Hernán Pelaez le permite dirigir esa orquesta de humoristas
durante las 3 horas del programa; es una pelea constante donde todos
ganamos porque al oyente le causa risa escuchar las frases del profe
y de carambola, los "seudo-regaños" generan igual efecto en los
humoristas, que con carcajadas, comentarios y toda una serie de
particularidades cómicas generan un círculo de humor iniciado por una
singular intervención del director. Ese es el secreto del profesor
Pelaez, un estilo de humor blanco lleno de naturalidad y espontaneidad
donde nunca ha existido un formato rígido que demande diseñar y
estandarizar una u otra frase.
Varias veces una de sus fieles oyentes me
comenta: "Pelaez me hace reír mucho cuando regaña a Risaloca o cuando
sale con sus dichos por los chistes malos". Y no solo a ella, otras
personas me han afirmado que "Las peleas de Pelaez les da risa, que les
recuerdan su niñez cuando los regañaban". También, algunas vez escuché a
un catedrático afirmar que formatos como el de La Luciérnaga
solo ridiculizan y maquillan la información, pero para los que nos gusta
verle la cara amable a tanta dificultad y al mismo tiempo, tener
información de buena calidad, esa mezcla extraña de realidad y
ficción donde sin querer su director Hernán Pelaez es el humorista
número 1, seguirá acompañándonos en las tardes y ojala, por más
tiempo.